El pasado 18 de Abril se celebró el memorial anual y la entrega de restos de presos del penal de Valdenoceda, al que os llamamos a participar:Todas y todos a Valdenoceda el 18 de abril (2015). Creemos que el discurso de José María González, como siempre, es un buen texto de reflexión y de interés para todos y todas, así que os lo reproducimos más abajo. En primer lugar teneis el resumen del vídeo Valdenoceda. 18 de abril de 2015. 11 familias recuperan a los suyo, editado por EL CORREO DE LAS MATAS.
Estimados amigos un año más nos reunimos en valdenoceda para homenajear a las personas que aquí sufrieron represión.
Creo que siempre todos vamos a recordar los sueños simples de Ernesto: pan. Es la voz viva de los presos de Valdenoceda, que soñaban con algo tan básico como el pan. La terrible carestía a la que se enfrentaban los presos, las condiciones infrahumanas sufridas, hacinados en celdas y sometidos, en fin, con el único fin de cortar su libertad es algo que parece más propio de las historias de otros países y tiempos, casi prácticamente de película, que de nuestra historia reciente. Sin embargo, Valdenoceda existe, su memoria cae sobre todos nosotros y nos señala. Nos habla de enfermedad, de muerte, de castigo, de desolación. De lo que es capaz de hacer el hombre cuando se enfrenta al hombre. Imaginemos el invierno en esta prisión. El agua saltando los muros y convirtiendo este campo de concentración en algo aún más inhabitable, si es que somos capaces de calibrar el horror. La nieve en el patio. El miserable rancho que apenas llega para sostenerse en pie. No es una película de ciencia ficción, es nuestro pasado más reciente. Más vergonzoso.
Para que un proyecto como éste se ponga en marcha, es necesaria una acción continua de personas implicadas en él. Afortunadamente, nunca nos ha faltado el calor humano. Las manos amigas que buscan, proyectan, se implican en sacar este proyecto adelante, que cada día parece dificultarse más. No podemos decir lo mismo de los Gobiernos. Parecen siempre cansados de oírnos. Nuestros muertos no dan votos y además, la polémica con la memoria histórica tampoco interesa, ni a unos ni a otros, desengáñense. Es más fácil encontrar puertas cerradas, barreras y trabas en la Administración que apoyo. Ciertamente, este proyecto pudo hacerse realidad a través de una partida presupuestaria del gobierno socialista de Zapatero, que hubo que defender a brazo partido y que, andando el tiempo y los cambios de gobierno oportunos, se apresuraron a retirar. Debemos recordar que Valdenoceda es un proyecto humano y, por tanto, es difícil ejecutar ciertas cuestiones, como puede ser el trato con los familiares o sobrellevar el duro invierno durante el período de exhumación. Nada de esto se tiene en cuenta y se exige una ejecución y una demanda de explicaciones que, paradójicamente, en estos tiempos de corrupción masiva y generalizada, sólo parece obligarse a los demás.
En el caso de la segunda exhumación hubo que disponer de los permisos de las familias propietarias de las sepulturas que continúan sobre los enterramientos de la prisión. Nos ponemos en su lugar y reconocemos que es un trámite duro e incluso fastidioso o complicado a nivel familiar. Esto supuso la no realización de dicho proyecto en el plazo establecido y supuso igualmente que, a pesar de las explicaciones pertinentes, tuviésemos que devolver la subvención a la que hubo que sumar más de 4000 euros de intereses que tuvieron que salir de los bolsillos de las familias y de aquellos amigos de las redes sociales que hicieron aportaciones voluntarias.
La falta de inversión actual en proyectos de este tipo no hace sino dificultar la solución del período bélico al que seguimos ligados, debido a la incapacidad de resolverlo dignamente y que siguen sufriendo miles de damnificados y sus familias. No podemos avanzar sin caminar juntos e iguales ante la Historia: el régimen franquista promulgó un decreto en el año 40 por el que autorizaba la exhumación y entierro digno de aquellos que habían defendido el bando sublevado.
Y, sin ayudas gubernamentales de ningún tipo es tarea prácticamente imposible. Necesitamos el respaldo general de las instituciones que deben estar obligados a solucionar nuestra historia reciente de manera equitativa e igualatoria.
Es interesante tener en cuenta que fue el Estado quien arrebató a nuestros familiares de sus hogares, quien les condenó a prisión y muerte en juicios sumarísimos sin posibilidad de defensa y por tanto, debe ser el Estado quien se ocupe de subsanar esta injusticia histórica.
Por otra parte, cada uno de nosotros tiene su propia vida, su trabajo, su familia y es muy difícil estar pendiente todo el tiempo de las subvenciones, plazos, presentaciones… que requieren una atención casi diaria.
A pesar de ello, nos encontramos con una indiferencia generalizada dentro de las instituciones.
Y hasta aquí hemos llegado. Nuestra Agrupación ya se encuentra, después de casi 20 años, en situación de colapso total, sin recursos, sin apoyos…. Y ya no podemos más. Por ello, la única alternativa que tenemos es organizarnos en forma de Asociación. Una Asociación nos permitirá fijar unas mínimas cuotas, disponer de una mínima liquidez y seguir practicando pruebas de ADN, necesarias para identificar más restos y devolverlos a sus familias. Nuestra intención es fijar una pequeña cuota a los socios de cerca de 50 euros al año, menos de 5 euros al mes. Con ello, conseguiremos recabar fondos e impediremos que el proyecto de Valdenoceda se detenga.
Porque es cierto que estos años hemos conseguido muchos resultados. 55 restos identificados es un dato muy importante y nos sentimos muy satisfechos por haberlo conseguido. Pero nos quedan todavía 51 restos sin identificar. Y no sólo eso: debajo de esas tumbas nuevas quedan al menos 25 personas enterradas, que queremos exhumar. Y todo eso necesitará recursos y esfuerzo.
Queridos amigos, el olvido es un insulto a nuestra memoria y a la de los miles de personas que sufrieron prisión y murieron por la lucha de unos ideales justos para todos, no para unos pocos, sino la defensa de una justicia y una libertad universal.
Por todo ello exijo VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION
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