JUAN ARNAIZ RUIZ , alcalde republicano de Oña (Burgos)

EL HOMBRE TRANQUILO: Juan Arnaiz, alcalde republicano de Oña (Burgos)

Juan Arnaiz Ruiz (Oña, 1903–1955), militante de la UGT, fue el único alcalde de izquierdas que tuvo Oña durante la II República, aunque no hemos encontrado documentos oficiales que lo atestigüen en el Archivo General de la Administración, ni tampoco en el Ayuntamiento de Oña o en la Diputación Provincial de Burgos, entre otros archivos. No hemos hallado papeles oficiales, pero la memoria oral y algunos manuscritos dan fe de su breve paso por la alcaldía oniense.
Juanito el ‘Terso’, un alcalde efímero
Las elecciones municipales del 14 de abril de 1936 se suspendieron y Juan Arnaiz llegó a la alcaldía con las gestoras nombradas en febrero de ese año. Una carta manuscrita de un vecino de Oña, Luis Rojo Fuente, fechada el 14 de marzo del 36, señala que acababa de entrar un ayuntamiento todo de izquierdas, sin que hubiera «revuelo», y especifica la composición de la nueva corporación: Juanito el Terso [Juan Arnaiz Ruiz, alcalde]; Tartalés [Luis García Zúñiga]; Caracol [José Gómez Abad]; Gredilla [Severiano Gredilla Espino]; el molinero [Ángel Sáez González]; Chorizo [Raimundo Gómez Allende]; el de la Pencigo [Pedro Castro Morales]; Poldo [Leopoldo Martínez Sevilla]; y Navarro [José García Martínez, teniente de alcalde].
La única firma como alcalde que conocemos de Juan Arnaiz es una certificación que suscribe el 6 de mayo de 1936 a un capitán de exploradores, Ramiro Mollá, que había estado en Oña dando una conferencia cultural a los niños de la escuela.
Tras la proclamación de la República, en 1931, y la posterior expulsión de España de los jesuitas ―auténtico poder fáctico en Oña, donde tenían desde 1880 las facultades de Teología y Filosofía―, en la villa oniense se viven momentos de incertidumbre y descontrol.

En noviembre de 1933 gana las elecciones la coalición de derechas y en Oña es alcalde Miguel Rebolleda García de Lomana, próximo al partido radical de Alejandro Lerroux y representante de las familias adineradas del pueblo. De Miguel Rebolleda, precisamente, Juan Arnaiz tomaría en 1936 la vara de mando como su sucesor en la alcaldía.
El levantamiento militar del 18 de julio de 1936
Tras el alzamiento militar abanderado por el general Franco, Juan Arnaiz huyó al monte con otros compañeros de izquierdas. Esa noche fueron detenidas nueve personas en Oña, algunas de ellas miembros también de la gestora municipal, como el teniente de alcalde, José García. Los concejales Ángel Sáez, también responsable de la UGT local, y José Gómez fueron arrestados más tarde. Ninguno de estos detenidos fue ejecutado.
Cuando el alcalde republicano regresó al pueblo, a los pocos días, se encontró con que había nacido su primer hijo varón. Sorprendentemente, Juan Arnaiz no fue detenido y por eso no hay datos suyos en los archivos que habitualmente se consultan en torno a los represaliados de la Guerra Civil. Las relaciones familiares y personales de algunos detenidos de izquierdas con los jefes de la Falange local, y la intermediación del jesuita Fidel García Bolinaga, hicieron que no hubiera muertos. Bolinaga, vinculado a Oña, era capellán del penal de Burgos.
No pudieron decir lo mismo otros vecinos de Oña que se pasaron al bando republicano durante la guerra o José María Martínez de Elorza, alto cargo del gobierno republicano y director de la Colonia Agrícola, conocida como «Colonia de vagos y maleantes», que se acababa de instalar en el monasterio de Oña, de donde habían sido expulsados los jesuitas. Elorza no tuvo tanta suerte y fue detenido en Oña y ejecutado más tarde.

Breves apuntes biográficos sobre el alcalde republicano de Oña
Juan Arnaiz Ruiz nació el 7 de mayo de 1903, en Oña (Burgos), y murió el 12 de septiembre de 1955, a la edad de 52 años, víctima de una úlcera de estómago. Tuvo cuatro hijas, una de ellas fallecida al nacer, y un hijo. Tras la sublevación militar, el hecho de que el máximo representante del gobierno municipal oniense de izquierdas no fuera detenido ni encarcelado está relacionado, sin ninguna duda, con su personalidad y su actitud conciliadora.
Juanito el ‘Terso’ fue un labrador con alguna pequeña finca a su cargo y que llegó, incluso, a cuidar las tierras de personas vinculadas directamente con las detenciones que se produjeron en Oña tras el 18 de julio de 1936. Vivió en Barruso, una calle larga y estrecha, de casas sombrías, llamada durante la República «La calle del Triunfo», porque de allí salieron la mayoría de los votos de izquierdas de Oña. Juan Arnaiz trabajó también en la resinera o marcando pinos en el monte con el guarda forestal. En verano se dedicaba a recoger semillas de lo que en Oña se llama manail (cerezo de Santa Lucía o marel, Prunus mahaleb), un arbusto que crece en los terreros de las fincas y que sirve para injertar frutales, sobre todo cerezos, que ganan así en resistencia y aguantan mejor los rigores del clima de la zona. Se pisaba el pequeño fruto para obtener la semilla, se lavaba con una criba y se secaba al sol. Las semillas se metían en sacos y se enviaban a un vivero de Zaragoza. Juan también repartía entre los vecinos de Oña algunos pedidos de árboles frutales que mandaban, por el ya desaparecido ferrocarril Santander-Mediterráneo, desde la capital aragonesa.

Eduardo Rojo Díez (2011)

Agradezco la información facilitada por el hijo del alcalde republicano, Juanitín Arnaiz, y por su nieto, Jony Arnaiz, así como la ayuda prestada por Miguel Moreno Gallo para indagar, aunque infructuosamente, por distintos archivos.

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