Los hijos del capador
Están llegando a Medina
los hijos del capador.
Cincuenta años que se fueron,
cincuenta años ¡Vive Dios ¡
a su padre lo mataron,
conocen su ejecutor,
pero quieren enterarse
quienes o quien ordenó
que le quitaran la vida
a un hombre, todo un señor,
católico practicante,
republicano de honor,
con seis hijos por criar,
una esposa todo amor,
y las esperanzas puestas
en una España mejor,
donde no hubiera distingos
de clase, credo o color,
mucha justicia social
y anhelos de redención
Medina pueblo traidor
Cincuenta años hace yá
en éste bonito pueblo
que es Medina de Pomar,
un grupo de hijos de puta
civiles la mayoría,
otros vistiendo sotana
y uniforme los demás,
de manera ignominiosa
mandaron asesinar
en una forma brutal
a Gregorio el capador
y a su entrañable amigo
Elicio López-Quintana,
ambos de noble historial.
El primero era mi padre
honrado a carta cabal,
cristiano por convicción
de tendencia liberal ;
el otro era un caballero
hombre de gran calidad,
hizo favores sin tasa,
también era liberal.
Y la mano ejecutora
un asesino vulgar,
Cadaví fue su apellido,
falangista criminal,
maldita sea su rasa,
en el infierno estará.
A los promotores, muchos
de los que no viven yá,
les deseo lo peor
allá en la eternidad;
y los que viven aún
su crimen han de pagar,
malditos sean aquí,
también en el más alla.
Medina, pueblo traidor
de gente sin lealtad,
nadie levantó la voz,
nadie osó protestar
a pesar de que sabían
que los iban a matar.
(1986)
Recordando
Me perdió en la nostalgia de los años vividos,
recuerdo con fruición una infancia feliz,
diez y ocho años plenos de ensueño y quimeras
que los trunca de pronto una guerra civil.
El canto obstinado de fusiles siniestros
que ejecutan salvajes venganzas sin fin;
millares de seres que mal nunca hicieron
son atropellados, y los asesinan de manera vil.
Despiertan de pronto odios dormidos,
la bestia que lleva dentro cada ser
emerge rugiendo en forma siniestra,
sus zarpazos matan de manera cruel.
Aviones lanzan heraldos de muerte,
el terror se adueña de vidas sin fin,
cañones vomitan metralla infernal,
hombres, mujeres, ancianos y niños
claman a los cielos, ¡justicia, piedad ¡
Tres años de guerra que templan mi vida
en crisol de lucha, sangre y libertad,
prisiones, castigos, hambre y hospital,
la cárcel del Coto, Vitoria, Bilbao.
Los cientos de amigos que vi fusilar,
consejo de guerra, pena capital,
abrazo al amigo que fusilarán,
revisión de causa y la libertad.
De nuevo en la lucho y vuelta a empezar;
otra vez la cárcel, nueva libertad,
me buscan de nuevo, tengo que emigrar,
voy camino a Francia y logro pasar.
Allá tengo hermanos, me van a buscar,
Ya mi padre ha muerto, fusilado está.
Mi madre, mi hermana y otro hermano más
también fueron presos y salieron yá.
En Francia unos meses y vuelvo a emigrar,
América es grande, en Caracas está
otro hermano mío que pudo escapar,
y allá voy en busca de trabajo y paz.
De esto hace treinta años, ¡ Que barbaridad ¡
siento que la vida se me acaba yá,
me siento tan viejo como mi mamá,
aún vive la pobre, santa de verdad,
¡ ha sufrido tanto tenedla piedad ¡
Dios; si es verdad que existes,
El día que muera, ponla en.
(1966)
Al asesino de mi padre
Cadaví, maldito seas,
asesinaste a mi padre
pero aunque tú no lo creas,
hoy piso tu sucia tumba
y tu asquerosa osamenta.
Tu caudillo ya murió
y con él se fue el sistema,
dejó una estela de sangre,
como tú, maldito sea.
Hoy confío que podamos
reivindicar nuestros muertos
regados por toda España,
en campos, montes y huertos.
Todavía quedan vivos
algunos de esos canallas
que asesinaron sin tasa ;
malditos ellos también,
maldita sea su raza.
Camino de Estepar
Amarrados con sogas cual si fueran reses
caminan inermes hacia el sacrificio,
el franquismo y el clero los ha condenado,
los campos de Estepar serán su destino.
Las fosas abiertas esperan ansiosas
sentir en su lecho la sangre y los cuerpos,
unidos a gritos, tiros, golpes y denuedos
de los moribundos clamando a los cielos.
¡ Señor! No permitas que esto continúe
y que esos maldavos maten sus hermanos
por el solo hecho de ser republicanos.
Más si tú impasible, ves lo que yo veo
y no le pones coto a tanto desafuero,
sintiéndolo mucho, yó ya, ni en ti creo.
En la carcel del Coto
Condenado estoy a muerte
Yo me pregunto, ¿por qué?
a caso es un delito
mis derechos defender.
Trabajé, viví contento,
jamás a nadie hice mal,
y mi único delito
fue tener un ideal.
Por eso yo me lancé
con el pueblo a defender
a quienes con saña fiera
les querían deshacer.
Más en la ruda contienda
he caído en su poder,
y ahora me pregunto,
¿Moriré? ¿no moriré?
Recordando
Me perdió en la nostalgia de los años vividos,
recuerdo con fruición una infancia feliz,
diez y ocho años plenos de ensueño y quimeras
que los trunca de pronto una guerra civil.
El canto obstinado de fusiles siniestros
que ejecutan salvajes venganzas sin fin;
millares de seres que mal nunca hicieron
son atropellados, y los asesinan de manera vil.
Despiertan de pronto odios dormidos,
la bestia que lleva dentro cada ser
emerge rugiendo en forma siniestra,
sus zarpazos matan de manera cruel.
Aviones lanzan heraldos de muerte,
el terror se adueña de vidas sin fin,
cañones vomitan metralla infernal,
hombres, mujeres, ancianos y niños
claman a los cielos, ¡justicia, piedad ¡
Tres años de guerra que templan mi vida
en crisol de lucha, sangre y libertad,
prisiones, castigos, hambre y hospital,
la cárcel del Coto, Vitoria, Bilbao.
Los cientos de amigos que vi fusilar,
consejo de guerra, pena capital,
abrazo al amigo que fusilarán,
revisión de causa y la libertad.
De nuevo en la lucha y vuelta a empezar;
otra vez la cárcel, nueva libertad,
me buscan de nuevo, tengo que emigrar,
voy camino a Francia y logro pasar.
Allá tengo hermanos, me van a buscar,
Ya mi padre ha muerto, fusilado está.
Mi madre, mi hermana y otro hermano más
también fueron presos y salieron yá.
En Francia unos meses y vuelvo a emigrar,
América es grande, en Caracas está
otro hermano mío que pudo escapar,
y allá voy en busca de trabajo y paz.
De esto hace treinta años, ¡ Que barbaridad ¡
siento que la vida se me acaba yá,
me siento tan viejo como mi mamá,
aún vive la pobre, santa de verdad,
¡ ha sufrido tanto tenedla piedad ¡
Dios; si es verdad que existes,
El día que muera, ponla en
A mis padres
El arrullo de las olas
Hace aflorar a mi mente
Con triste melancolía,
Días felices que antaño
Alla en Medina vivía.
Mi padre, un hombre bueno
Amante de su familia,
Orgulloso de sus hijos
Y una mujer que sabia
Conjugar con sus deberes
De esposa y madre ejemplar,
Mitigar penas ajenas
Con obras de caridad,
Seis hijos eran su metan,
Educarlos y criar,
Haciendolos resaltar
que en la vida lo esencial
es ser bueno, valeroso,
y honrado a carta cabal.
Amor Patrio
A mi Patria yo la adoro,
Por ella yo lucharía
Y hasta la vida daría,
Siendo mi mayor tesoro.
Indigno es quien la mancilla
O la entrega en malas manos
Usando como recurso,
bien Poder, o bien Mandato.
El que a su Patria traiciona
No tiene perdón de Dios,
Y esté seguro que el Pueblo,
Le echará su maldición.
La Bandera de mi Patria,
Es un sol esplendoroso,
La componen tres colores,
Amarillo, azul y rojo.
Un «poema», sí. ¡Hay que joderse (y agarrarse de los cojones para no caerse)¡
Los rojetes inasequibles al desaliento.
¡A noi¡
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Gregorio Gallaga que buena persona fuisteis tomasteis tu buen camino y partisteis pero para tu esposa, hijos y nietos con el legado dejasteis para nosotros todavía existes.
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Que poemas tan bonitos para una persona que sufrió tanto , después de que mataran a su padre,te encarcelaran , separarán de hermanos y madre….y no se murió con su propio llanto.Qué vella persona tenias que ser, con tanto dolor vivido y sin olvido recordar siempre a tus seres más queridos.
UN SALUDO Y BESOS a toda la familia Gallaga Barcenas , allá donde esteis…..😚 de parte de Sonia , Itxaso , Amaia e Izaskun (hijas de José Antonio )
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Hola Sonia, Itxaso,Amaia e Izaskun, soy Miguel Angel Villar, hijo deTeopista( hija ) y primo de tu papa, ahora vivo en Canarias desde hace 13 años que regrese de Venezuela, me gustaria tener contacto con vosotras, y saber como les va en la vida, ademas de saber de su padre. Un beso y un gran abrazo para todas vosotras.
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